Opiliones pueden ser empleados como bioindicadores

Opiliones pueden ser empleados como bioindicadores

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En el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), impulsan líneas de investigación orientadas al uso de los arácnidos como modelos de estudios de la diversidad, ecología y conservación de estas especies en Venezuela.

Este trabajo está a cargo del doctor Osvaldo Villarreal, investigador del Laboratorio de Biología de Organismos. Consultado sobre la diferencia entre las arañas y los opiliones, señaló que ambos son muy parecidos y pertenecen al mismo grupo, los arácnidos, que incluye también a los ácaros, garrapatas, escorpiones, opiliones y arañas, siendo este último uno de los grupos más diversos.

Igualmente, explicó que los arácnidos forman parte del filo Arthropoda, que incluye también a los crustáceos (como camarones, cangrejos, cochinillas de humedad) los mariápodos (milpiés y ciempiés) y el grupo con mayor diversidad de todos, los insectos (grillos, moscas, escarabajos, abejas, mariposas, etc).

Los opiliones suelen confundirse con las arañas, pero no producen tela y son completamente inofensivos para los humanos, ya que no poseen veneno ni “pican”. Por esta razón, no poseen importancia médica. Tampoco son considerados plagas, en los cultivos agrícolas y no transmiten enfermedades. Sin embargo, son importantes en el área de servicios ecosistémicos, y como modelos en estudios de comportamiento y biología reproductiva. Estas características han llamado la atención de los investigadores que están realizando estudios para conocer la participación de estos animales en las cadenas tróficas en agroecosistemas.

Villarreal señaló que estos arácnidos «poseen todas las características necesarias para ser utilizados como bioindicadores, así como en estudios de conservación o biogeografía (el estudio de la distribución actual de las especies), entre otras cosas por su susceptibilidad y rápida respuesta a la intervención humana».

Explicó además que esto se debe a que «las poblaciones de estas especies disminuyen o desaparecen cuando hay actividades humanas que alteren su hábitat. Muchas de estas especies presentan una distribución muy restringida, lo que refuerza su importancia en este tipo de investigaciones”.

Debido a estas razones, los opiliones pueden ser empleados como una herramienta para evaluar la salud de los ecosistemas y el impacto de las actividades humanas. El estudio de estas especies contribuye a la conservación de la biodiversidad y a la gestión sostenible de los recursos naturales.

En Venezuela se han registrado poco menos de 400 especies de opiliones lo que convierte al país en el segundo país más diverso en el mundo, detrás de Brasil, que supera las 1000 especies.

Nuevas líneas de investigación para explorar
En el Laboratorio de Biología de Organismos están impulsando cuatro líneas de investigación donde las protagonistas son los arácnidos.

Entre las líneas básicas de investigación se encuentra taxonomía, sistemática y diversidad, enfocada en la identificación y clasificación de las especies. Esta línea proporciona una base sólida para entender la evolución y biodiversidad de este grupo. “Esta es una línea transversal que busca dar soporte y potenciar las otras líneas”.

La diversidad y ecología de arácnidos en agroecosistemas también es una prioridad. Este enfoque incluye el estudio de arácnidos como controladores biológicos de plagas, su interacción con otras especies y su respuesta a prácticas agrícolas sostenibles.

Otra de las líneas de investigación está orientada a la diversidad, biología y ecología de arácnidos en cavernas, enfocada a estudiar y conocer las especies y sus adaptaciones a la vida en la oscuridad. Con esta investigación se busca identificar las amenazas que enfrentan estos ecosistemas.

Y por último, se encuentra el estudio de los arácnidos de importancia médica y sus patrones de distribución. En esta línea se pretende estudiar a los arácnidos relevantes desde el punto de vista médico, como escorpiones y arañas que puedan causar envenenamiento.

Prensa IVIC/ Periodista: Edith García