Como parte de las actividades que se desarrollan en el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), por su 54 aniversario, se llevó a cabo el seminario “La naturaleza como aliada del desarrollo”, dictado por el doctor Jon Paul Rodríguez.
En esta oportunidad el investigador del Laboratorio de Biología de Organismos explicó las posibles consecuencias del marco sobre políticas públicas basadas en evidencias, donde la valoración, conservación, restauración y aprovechamiento de genes, especies y ecosistemas estén en el centro de la gestión ambiental.
A pesar de ser una visión muy personal el biólogo y experto ambientalista, explora el papel de la comunidad científica y su articulación con la generación de conocimientos que apoyen dicha gestión, así como interrelaciones entre el sector público, privado y la sociedad civil.
La ponencia del doctor Rodríguez estuvo enfocada en el Marco Mundial para la Biodiversidad adoptado por las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica que propone detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030 y vivir en armonía con la naturaleza para 2050, de allí que se plantean cuatro objetivos para el 2050 y 23 metas para el 2030.
La visión que se propone en el plan de biodiversidad para el 2050, y que fue el resultado del acuerdo de 186 países, es un mundo en el que se viva en armonía con la naturaleza donde la biodiversidad se valora, conserva, restaura y utiliza en forma racional, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y brindando beneficios esenciales para todas las personas.
Mientras que la misión, hasta el 2030, es adoptar medidas urgentes para detener y revertir la pérdida de biodiversidad biológica, en beneficio de la persona y del planeta.
Entre los objetivos se encuentran mejorar el estatus de ecosistemas, especies y genes, uso y gestión de biodiversidad para alcanzar el desarrollo sostenible, beneficios de recursos genéticos compartidos de manera justa y equitativa y la implementación adecuada de finanzas, capacidad, cooperación técnica y tecnología.
Durante su ponencia Rodríguez mencionó que para implementar estos objetivos se debe centrar en la capacidad regenerativa de la naturaleza: valorada, conservada, restaurada y utilizada sosteniblemente, igualmente, hacer una gestión basada en evidencias cuantificables, verificable, replicable y estable, alineada con el Marco de seguimiento del Plan de Biodiversidad y por último, una gestión coordinada pero descentralizada y participativa que aprovecha las fortalezas de todos los actores.
Otro de los puntos que abordo el ambientalista tiene que ver con doce componentes que deben ser abordados para lograr un mundo más vivible, entre ellos se encuentran: aire, agua, especies, ecosistemas, áreas, usos sostenibles, cambio climático, genes, desechos, ciencia y divulgación, equidad y finanzas.
Prensa IVIC / Edith García.-